Conocimiento tradicional
El conocimiento tradicional[1] es un cuerpo viviente de conocimientos, usualmente detentado por comunidades custodias tradicionales, que explica tanto el universo como la vida diaria[2] y puede «brindar información, métodos, teoría y práctica para el manejo sostenible de los ecosistemas».[3] Las comunidades tradicionales se enorgullecen de mantener sus conocimientos tradicionales vivos y fuertes, con implicaciones éticas y prácticas para las relaciones sociales y las relaciones entre los humanos y la naturaleza. La metáfora de ‘estar en una tradición cultural’ resuena fuertemente para muchas comunidades tradicionales, incluso cuando logran diariamente dar nuevas respuestas ante los nuevos desafíos.[4]
Se han ofrecido muchas definiciones de ‘conocimiento tradicional’ por parte de organizaciones internacionales y académicos. Si bien con el tiempo parecen converger, todavía no hay una definición por consenso. Entre la lista de principales características reconocidas se encuentran: desarrollado y transmitido en un contexto tradicional –donde tradicional no se refiere a antigüedad sino a la forma como es adquirido y usado–;[5] basado en el lugar; basado en la experiencia; constantemente adaptado al medio ambiente y la cultura locales (y con frecuencia asociado con recursos genéticos);[6] adscrito a un sistema espiritual, cultural, etnomédico o legal específico; con frecuencia mantenido de manera colectiva dentro de una comunidad o entre comunidades; más a menudo transmitido oralmente de generación en generación.[7]
En el contexto de los TICCA—territorios de vida, el conocimiento tradicional constituye una de las fibras más fuertes del vínculo entre una comunidad y su territorio, integrando la memoria del pasado y la continuidad cultural con el futuro, al tiempo que sienta las orientaciones para la gobernanza y la gestión eficaces del territorio.
El Convenio sobre la Diversidad Biológica y su Protocolo de Nagoya[8] establecen que los pueblos indígenas y las comunidades locales tienen derecho a la participación justa y equitativa de los beneficios que resulten del uso del conocimiento tradicional y sus recursos asociados; el derecho al consentimiento previo e informado antes de que otros accedan o usen el conocimiento tradicional, y el derecho a negociar términos de acuerdo mutuo sobre su acceso y uso.[9] El conocimiento tradicional es valioso para la bioprospección –el desarrollo de productos a partir de componentes de la biodiversidad (desde medicamentos hasta productos cosméticos, bebidas y alimentos)–. El uso indebido y no acordado de ese conocimiento por parte de personas externas a las comunidades custodias se conoce como biopiratería.
Referencias claves:
Scott, 1996; Berkes, 1999; Posey, 1999; Carneiro de Cunha, 2009; Scott, 2013; Morgera, Buck and Tsioumani, 2014; Raymond-Yakoubian, Raymond-Yakoubian and Moncrieff et al., 2017.
[1] También referido como ‘conocimiento ecológico tradicional’ o ‘conocimiento biocultural’.
[2] Raymond-Yakoubian, Raymond-Yakoubian and Moncrieff, 2017.
[3] Glosario del IPBES, la definición de conocimiento indígena\sistemas locales de conocimiento, disponible en línea en https://www.ipbes.net/glossary
[4] Scott 1996; Scott, 2013.
[5] Carneiro de Cunha, 2009, page 82.
[6] Berkes, 1999.
[7] Estas características, con frecuencia presentes, no deben ser consideradas como obligatorias para la identificación del conocimiento tradicional.
[8] Protocolo de Nagoya sobre acceso a recursos genéticos y participación justa y equitativa en los beneficios que deriven de su utilización; ver en https://www.cbd.int/abs/about/default.shtml/
[9] Morgera, Buck and Tsioumani, 2014.