Procesos de autofortalecimiento para custodios comunitarios de territorios de vida

A lo largo de la historia, las comunidades custodias han hecho todo lo posible para fortalecerse a sí mismas y cuidar los territorios que sustentan sus medios de vida y su identidad. Sus esfuerzos permanentes de autofortalecimiento son, y han sido desde hace tiempo, parte del devenir de la vida diaria, dando forma a los enfoques socioculturales, económicos y diplomáticos para el mejoramiento de cada comunidad y su entorno. Actualmente, las comunidades custodias y sus TICCA—territorios de vida enfrentan tensiones y amenazas sin precedentes que surgen de los cambios socio-ecológicos que se están dando en todo el mundo. Las preocupaciones por la conservación de la naturaleza se funden con las preocupaciones por la conservación de la diversidad cultural, el conocimiento y la sabiduría que todavía se encuentra (aunque disminuyendo) en las comunidades humanas que viven en estrecho contacto con la naturaleza.

El Consorcio TICCA ha decidido apoyar a las comunidades custodias en sus esfuerzos por fortalecer su capacidad para gobernar y gestionar sus territorios conservados. Estos esfuerzos suelen comenzar por mejorar la autoconciencia y el conocimiento sobre la importancia de sus propios territorios de vida, lo que usualmente supone mejorar el aprecio y la documentación de la historia, la cultura y las instituciones de gobernanza propias. Más aún, la travesía puede llevar a un análisis de temas, tendencias, oportunidades y amenazas. Puede llevar a mejorar la comunicación con otras comunidades, socios y aliados. Puede llevar a unirse o establecer nuevas redes que sean pertinentes y a esfuerzos colectivos de incidencia para mejorar políticas nacionales y lograr apoyo apropiado (ver #Redes centradas en los TICCA—territorios de vida). Si el proceso es exitoso, las comunidades no solo se fortalecen, sino que se vuelven más sabias, unidas, responsables y activas. Como consecuencia, sus territorios de vida son mejor conservados (protegidos, usados sosteniblemente y/o restaurados) y proveen mejor soporte a los medios de vida y el bienestar de las comunidades custodias. Finalmente, y más importante, se espera que los procesos de autofortalecimiento mejoren la conexión entre las comunidades custodias y sus territorios.

Si bien los enfoques pueden variar, el Consorcio TICCA considera que un proceso de autofortalecimiento debe estar fundamentado necesariamente en un método principal: las discusiones de base. Estas discusiones proporcionan la ocasión para la reflexión y el análisis colectivos, que han de realizarse de manera coherente con la cotidianidad de una comunidad. Algunos ejemplos son la asamblea general tradicional, encuentros de ancianos o grupos de mujeres y asociaciones de jóvenes ya existentes. Las discusiones pueden iniciar de manera espontánea, estimuladas por un nuevo problema u oportunidad o animadas por facilitadores de la comunidad o de afuera. Las discusiones de base deben buscar un equilibrio entre permitir que fluyan libremente y mantenerse enfocadas para asegurar que los temas claves en juego sean abordados de manera exhaustiva y significativa. Lo ideal es que sean parte integral de la vida comunitaria y de las instituciones que gobiernan los territorios de vida.

Referencias claves:

Borrini-Feyerabend and Campese, 2017, Ver también: www.iccaconsortium.org